El cerebro se desarrolla bien si recibe la estimulación adecuada. Cuando esta es escasa o excesiva, muy lenta o muy rápida, o si llega en un momento inadecuado, se perturba el desarrollo sano y normal del cerebro. La sobrecarga de estímulos, dejarlo solo o interrumpir su sueño son ejemplos de situaciones desfavorables.
✨ Cada bebé tiene su sensibilidad personal; podemos descubrir cuánta estimulación es buena para él o ella, cuánto sonido, cuánta excitación lo hace sentir bien y cuánta lo hace sentir mal.
✨ Lo ubicaremos en la casa de modo que nos pueda ver mientras hacemos nuestras cosas. Contestaremos sus vocalizaciones, esos ruiditos sin sentido aparente, pero importantes para relacionarse.
✨ Nos acercaremos a él o ella y le hablaremos cuando nos mira.
✨ Le devolveremos la sonrisa.
✨ Para que el bebé aprenda que es parte de la familia hay que demostrarle que ocupa un lugar en nuestra vida.
✨ Un bebé normal está pronto para acostumbrarse a los sonidos y a las luces de su hogar. No se beneficia de excesos: multitudes, sonidos fuertes, aire viciado, demasiado movimiento.
Bibliografía: ¿Mucho, poquit o nada? guía sobre pautas de crianza para niños y niñas de 0 a 5 años de edad – UNICEF.