Dar el pecho al bebé justo después de una cesárea es posible. No existe ninguna diferencia con respecto a un parto normal. Sin embargo, el éxito de la lactancia materna depende, en gran medida de la calidad de la asistencia ofrecida por el hospital. Una mamá que ha sufrido una intervención quirúrgica necesita más atenciones y no ser separada de su bebé.
Algunos hospitales prefieren mantener al recién nacido en el cunero, en lugar de dejarlo en la habitación con la mamá. Sin embargo, de esta manera se impide el contacto piel con piel y la lactancia a demanda, especialmente importante en las primeras horas.
Durante las primeras 12 horas después de dar a luz, es aconsejable tener a alguien cerca para poder pedir ayuda. Esta persona podrá ayudar a la mamá a tomar al bebé de la cuna, o bien encontrar la posición más cómoda para dar el pecho.
En otros hospitales, la lactancia inicia en el quirófano. Se empieza a dar el pecho al bebé cuando la intervención quirúrgica aún no ha terminado. Una vez extraído el bebé, se puede apoyar en el pecho, como en el caso del parto vaginal. Así, incluso con una cesárea se puede disfrutar de todos los beneficios del contacto piel con piel.
Bibliografía: Mi bebé y yo – edición Abril/Mayo 2019.