Afortunadamente cuentas con distintas maneras de mantener saludable a tu bebé. La vacunación es una, y por cierto muy importante, pues muchas enfermedades infecciosas de la infancia se pueden evitar gracias a ella.
En los primeros meses de vida tu bebé tendrá que preparar su sistema inmunológico – de defensas – contra los “bichos” del entorno que provocan, entre otras enfermedades evitables, la hepatitis, el sarampión, la varicela y las paperas. Y tendrá que protegerse también como enfermedades más graves como la polio y la tos convulsa. Sin las vacunas, podría enfermar y hasta morir. No te quedes con ninguna duda sobre el tema, pregúntale al pediatra todo lo que necesites saber.
En la infancia una serie de infecciones pueden presentarse y ser fácilmente contagiadas entre los pequeños. Muchas son leves – resfrío común, bronquitis, diarrea – y se evitan con medidas simples como el control ambiental y el lavado de manos. Pero si a pesar de las prevenciones el niño enferma, lo normal es que se cure pronto y que la enfermedad no deje secuelas.
Sin embargo, existen cuadros infecciosos que pueden ser graves o generar complicaciones serias en el niño; es el caso de enfermedades como el sarampión, la poliomielitis o parálisis infantil, la tos convulsa, el tétanos y la parotiditis o “paperas”. Lo bueno es que muchas de estas enfermedades hoy se pueden evitar con la vacunación. Por eso es fundamental que tu bebé reciba en tiempo y forma las vacunas correspondientes.
Bibliografía: Bienvenido bebé, guía completa para el cuidado del recién nacido 0 a 3 meses – UNICEF.