El embarazo es compatible con la vida laboral siempre que el puesto de trabajo esté libre de riesgos para ti y tú bebe. Tu embarazo no debe ser un obstáculo para que sigas trabajando, y si deseas continuar haciéndolo a continuación te compartimos los siguientes consejos:
👉 Es necesario que tomes pequeños períodos de descanso a lo largo de tu jornada laboral para poder cambiar de postura.
👉 Tanto en la casa como en el trabajo debes hacer una alimentación equilibrada, para evitar que ganes más kilos de lo aconsejable.
👉 Evita trabajar cerca del aire acondicionado o de una fuente de calor, es necesario mantener un equilibrio en la temperatura de tu cuerpo.
👉 Si tienes náuseas durante el trabajo ten a la mano algún analgésico o antiácidos recomendados por tu médico.
👉 Lo mejor es que uses ropa cómoda y amplia, calzado seguro y con antideslizantes en la suela para evitar accidentes.
Si tu trabajo exige un esfuerzo excesivo o está expuesta a riesgos ambientales, debes consultar con tu médico, él te informará si existe o no un verdadero riesgo para tu salud o la de tu pequeño y también te podrá informar sobre tus derechos laborales, ya que la mujer embarazada y lactante tiene derecho a evitar la exposición a riesgos (radiaciones, tóxicos, agentes infecciosos, nocturnidad, etc.) debiendo adaptar las condiciones del trabajo a tu situación.
Bibliografía: Guía de cuidados en el embarazo – Instituto Nacional de Gestión Sanitaria.