Estas leches elaboradas a partir del modelo de la leche materna (la mayoría a partir de la leche de vaca) están sujetas a una reglamentación precisa y rigurosa que garantiza sus cualidades nutricionales y sanitarias.
La cantidad de proteínas está adaptada para evitar un exceso de aporte proteico con respecto a la leche materna. Además, las leches maternizadas están enriquecidas con ácidos grasos esenciales de origen vegetal, con aminoácidos, vitaminas y minerales.
Existen varios tipos de leches artificiales:
👉 Las leches “desde el primer día” o “para recién nacidos”, adaptadas a las necesidades de los bebés desde el nacimiento hasta los 4 – 5 meses.
👉 Las leches “de continuación”, destinadas a bebés de 6 meses, que realizan como mínimo una ingesta diaria sin leche.
👉 Las leches “de crecimiento” destinadas a niños a partir de 1 año y de hasta 3 años de edad.
Así, actualmente, las leches infantiles se adaptan bien al organismo del bebé.
Sin embargo, no tienen todas las cualidades de la leche materna porque carecen de anticuerpos que protegen al bebé de determinadas infecciones. También son más indigestas que la leche materna, cuya composición se adapta a la necesidades del bebé.
Bibliografía: El bebé, instrucciones de uso – Larousse
