El cuidado del recién nacido requiere compromiso, responsabilidad y generosidad. La pareja tiene una estructura que se modifica completamente con la llegada del nuevo miembro, adquiriendo nuevos roles, de padre y madre.
En muchas ocasiones el estrés y el cansancio físico (disminución de las horas de sueño, o sueño fraccionado por tomas nocturnas y cambios de pañal) hacen que la pareja se olvide de ser tal pareja, empleando su energía en garantizar el bienestar del bebé, dejando de lado su intimidad.
Para que esto no pase es necesario buscar y encontrar un tiempo para estar juntos, compartiendo el cuidado del bebé y evitando el excesivo cansancio de la madre cuando pretende asumir todos los requerimientos del recién nacido.
Para favorecer la relación de pareja es necesaria la implicación del papá, si el papá se involucra en el cuidado del bebé es más probable que se evite el distanciamiento entre la pareja.
Aunque parezca imposible, es necesario que los padres se dediquen tiempo a sí mismos. Es importante que descansen, aprovechando los ratitos en los que los niños duermen para pasar tiempo juntos.
Bibliografía: Guía practica para padres – Asociación Española de Pediatría