Después de dar a luz es habitual que el cuerpo se encuentre cansado del sobrepeso que implica el embarazo, además del esfuerzo que hizo la mamá durante el parto. Cuando a esto se le suman las demandas del bebé y de la lactancia, las molestias del post parto, atender la casa, a los demás hijos, etc., pueden llegar a generar cambios en el estado de ánimo de la nueva mamá: sentirse ansiosas, abrumadas, sufrir crisis de llanto, pérdida de apetito o dificultad para dormir.
Es normal que después del parto la mamá pueda sentirse desbordada por todo lo que vivió, y también porque tendrá que aprender una gran cantidad de cosas al mismo tiempo, es por esto que necesita a sus familiares más queridos a su lado, apoyándola y ayudándola a pasar por este momento.
Para los familiares y personas que están alrededor de la mamá es importante entender que este es un periodo de mucha sensibilidad y generalmente, desaparece en unos días o unas semanas si los síntomas no son graves ni necesitan tratamiento. De lo contrario si los síntomas persisten o se agravan después de un tiempo lo mejor será consultar con un especialista.
Bibliografía: Guía de cuidados en el embarazo – Instituto Nacional de Gestión Sanitaria