Durante los primeros 12 meses de vida la dependencia del bebé hacia el adulto es total y es por eso que, durante esta etapa se desarrolla el vínculo afectivo 👶❤👩👨 con la persona o personas que ofrecen los cuidados…
Su equilibrio y bienestar emocional y físico y el adecuado desarrollo de sus capacidades cognitivas (memoria, atención, razonamiento y lenguaje) dependerán en gran medida de la respuesta protectora del adulto. Si el bebé no recibe continuamente afecto y cuidados es probable que sufra ansiedad o miedo y desarrollará un fuerte sentimiento de desconfianza hacia su figura de apego.
Hasta que adquiere el lenguaje, el bebé se comunica con movimientos y expresiones. Al no disponer de herramientas de comunicación verbales durante sus primeros años de vida necesita que sus padres sean muy observadores y atiendan sus demandas lo antes posible. Esto se consigue mediante un contacto cercano y continuo.
Es muy positivo que los papás interactúen con él cuando empiece a hacer ruidos con la garganta; de esta manera estimula el desarrollo de su lenguaje. A veces puede llorar sin razón aparente después de haberlo alimentado o cambiado el pañal. Es importante no ignorar su llamada de atención, intentar tranquilizarlo y averiguar qué le pasa.
Un aspecto imprescindible en el cuidado del bebé y, más adelante, del niño o la niña, es establecer y mantener rutinas o hábitos estables de sueño, alimentación e higiene. Un entorno previsible y estructurado con pautas fijas aporta sensación de seguridad y plenitud al bebé y ¡favorece su desarrollo!
Biblíografia: ¿Quien te quiere a ti? Guía para padres y madres: como educar en positivo – Save the Children