Aunque no lo creas, tu bebé habla con sus gritos y sonidos, cuando es pequeño los utiliza como medio de comunicación. Con el llanto expresa lo que siente: hambre, dolor, indigestión, soledad, enojo, miedo, ganas de ser abrazado, cansancio, incomodidad o simplemente deseo de ejercitar los pulmones.
Pero no te preocupes, con el paso del tiempo irás aprendiendo poco a poco a reconocer e interpretar el lenguaje de sus llantos, para así poder reaccionar y saber que le pasa.
Aunque tu bebé no habla, si comprende, por eso es bueno que le expliques lo que pasa a sus alrededor, que lo llames por su nombre, imites sus sonidos o le cuentes historias. Todas estas actividades le servirán para estimular su lenguaje.
La comunicación que se estable entre los padres y el pequeño se basa en un lenguaje que supone demandas y respuestas. Las respuestas por parte de los papás no deben ser excesivas ni insuficientes. No es bueno que seas una madre autoritaria, ni tampoco que te vuelvas esclava de tu bebé.
Si respondes coherentemente a los esfuerzos de tu hijo por comunicarse, estarás ayudándole a construir su habilidad para el lenguaje. Si cuando llora por hambre tú lo alimentas y él logra sentirse mejor, la situación lo alentará a él a comunicarse más y a ti a sentir que lo interpretas cada día mejor.
Bibliografía: Guía completa para el recién nacido 0 a 3 meses – Unicef.