- La cuna es imprescindible en la habitación del bebé ya que será su espacio de descanso, esta debe ser amplia y confortable, estable, con formas lisas o redondeadas que garanticen la seguridad del pequeño.
- La cuna debe colocarse en una esquina o rincón de la habitación, lejos de fuentes de calor o frío excesivas, así como de la ventana, evitando la exposición a corrientes de aire.
- No debe situarse bajo cuadros o estanterías y nunca se debe colocar cerca objetos que puedan caerse sobre el bebé y tampoco hay que adornar la cuna con cintas que supongan un peligro para éste.
- Puede tener dos o más ruedas, de las cuales, al menos dos se deben bloquear por seguridad del bebé.
- El colchón debe ser duro, evitando que el bebé se hunda en él, resistente y transpirable. Sus medidas deben ser adecuadas a la cuna, ya que un colchón pequeño puede dejar huecos atrapando una pierna o brazo del bebé.
- Hasta los dos años se desaconseja la almohada por riesgo de asfixia, a partir de esta edad, puede utilizarse una muy plana.
Bibliografía: Guía práctica para padre – Asociación Española de Pediatría