A lo largo de los 9 meses de gestación, tus pechos se prepararon y transformaron para la lactancia. El calostro es la sustancia previa a la leche que sale de los pechos a partir del parto, durante los 3 o 4 días siguientes.
Este líquido amarillento es muy beneficioso para tu bebé, porque contiene proteínas y anticuerpos que lo protegen contra las infecciones.
Por otra parte, practicar la lactancia te beneficiará también en tanto ayudará a que él útero se contraiga, pues la misma hormona que provoca el flujo de la leche actúa sobre el musculo uterino.
Algunas mamás empiezan a segregar calostro en los meses previos al nacimiento, pero lo más común es que la secreción ocurra en las horas siguientes al parto y que demore un poco más en caso de cesárea.
Después del calostro empezaras a producir leche, notarás que tus pechos se ponen muy tensos e inflamados, y te sentirás molesta, pero aliviada si practicas constantemente la lactancia con tu bebé para que los vacié.
Con el paso del tiempo cuando la lactancia se regularice en cada toma podrás notar una bajada de la leche provocada por la oxitocina. Cuando el bebé mama los nervios del pezón se estimular, por eso sentirás un pequeño hormigueo en los pechos, señal de que la leche empieza a fluir.
Bibliografía: Guía completa para el cuidado del recién nacido 0 a 3 meses – UNICEF.