💖 Toda mujer está preparada para amamantar. Solo en situaciones muy excepcionales, no lo está, pero es el médico quien debe indicarlo.
💖 En relación con el calostro, que es la primera secreción que sale de la mama luego del nacimiento, no olvides que por más insignificantes que parezca, corresponde exactamente a lo que el bebé necesita. Y es lo mejor que el bebé puede recibir en esa etapa. La mayor cantidad de defensas que forma, viene con el calostro.
💖 Premisas como “mi leche no sirve, no es buena, no engorda al bebé, es aguada”, son falsas. Todas las leches son buenas; no hay madre que no tenga leche buena para alimentar a su hijo.
💖 El tamaño de los pechos no incide con la producción de leche. Los pechos pequeños tienen la misma capacidad de producir leche que los grandes.
💖 Ten siempre presente que tu producción de leche depende de la frecuencia e intensidad con que tu hijo mame: cuanto más mame, más leche tendrás.
💖 El consumo de líquido no aumenta la producción de leche. Es bueno que la madre que amamanta tome tanto líquido como su sed se lo pida, pero esto nada tiene que ver con producir más leche. La única manera de aumentar la estimulación de la mama: a mayor estimulación, mayor producción.
💖 Dar de mamar no estropea los pechos; el embarazo puede cambiar su forma y tamaño, pero amantar no los daña.
💖 Las grietas del pezón se producen por un mal acople entre la boca del bebé, el pezón y la areola. El mejor tratamiento es la propia leche materna y el logro de un buen acople.
💖 Si estas ansiosa o preocupada, la producción de leche puede disminuir. El estado de ánimo de la madre incide en la lactancia.
💖 Normalmente dar el pecho no duele; si sientes dolor, algo no se está realizando adecuadamente, por lo que debes consultar al pediatra.
Bibliografía: Bienvenido bebé – guía completa para el cuidado del recién nacido de 0 a 3 meses.